Me resulta difícil recordar la Solheim Cup sin una sonrisa en la cara. Debo algunos de mis mejores recuerdos a este increíble evento, y a la gente que he conocido gracias a él.
Como jugadora de golf desde los 8 años y en mi segundo año como secretaria de torneos en el LET, fue una obviedad cuando me pidieron que me uniera al personal del equipo europeo para la Solheim Cup de 2011, en Killeen Castle. Asomarme a las bambalinas de un evento que he crecido viendo fue muy emocionante, y desde entonces he tenido el honor de trabajar junto a algunas de las mejores jugadoras europeas de todos los tiempos.
Mi papel ha ido evolucionando con el tiempo, y como directora de la European Solheim Cup desde 2018, el honor se ha extendido también a trabajar con un buen puñado de líderes de la industria para conseguir el evento europeo más exitoso hasta la fecha en Gleneagles en 2019. Además, poder presenciar de primera mano la victoria récord de Catriona Matthew en el Inverness Club en 2021 fue extraordinario.
Al documentar mis propias experiencias personales y profesionales en la Solheim Cup, sería negligente por mi parte no reconocer el mérito a quienes iniciaron el camino. Karsten y Louise Solheim fueron visionarios y defensores incondicionales del golf femenino como fundadores de PING. Con la creciente popularidad de la Ryder Cup, se planteó la cuestión de por qué no había una versión femenina, y a instancias de Louise, Karsten se comprometió a apoyar y patrocinar los primeros 10 eventos, lo que supuso un gran compromiso y dio la oportunidad de mostrar el golf femenino a un nivel internacional totalmente diferente. Siempre estaremos eternamente agradecidos por el inquebrantable apoyo de la familia Solheim y su continua dedicación a elevar el golf femenino.
No se conformaron con crear el mayor evento del golf femenino, sino que también se dedican a hacer crecer el talento amateur que alimenta el espectáculo. Uno de los aspectos de esta iniciativa es la PING Junior Solheim Cup, en la que las menores de 18 años tienen la misma oportunidad que sus ídolos y pueden conocer, aprender e inspirarse en aquellas que les han precedido y que ahora compiten al más alto nivel.
Desde su creación, la Solheim Cup ha crecido con fuerza, y aunque estoy un poco predispuesta hacia el lado europeo, el verdadero ganador es el golf femenino.
Empecé a jugar al golf gracias a mi abuela, que a los 88 años todavía me da guerra en el campo. No se puede negar que mi familia es golfista, y tengo muchos recuerdos de infancia de los sábados en el club de golf. Aunque a mi hermano y a mí nos encantaba la sana rivalidad fraternal, y el comité femenino era increíble, no había otras chicas jóvenes en mi club. Los ídolos y modelos femeninos en el deporte son esenciales para iluminar los pasos de las jóvenes, pero no sólo en el deporte profesional, sino en la industria en general.
Un ejemplo de ello es Suzann Pettersen. La conozco desde hace muchos años, pero de cara a la Solheim Cup de 2023 en Finca Cortesín, estoy muy emocionada de trabajar junto a ella y ver cómo cumplirá con su papel como capitana.
España forma parte del núcleo del LET, y su innegable devoción por el golf femenino es evidente tan solo echando un vistazo al increíble legado de jugadoras españolas en la historia de la Solheim Cup. La Costa del Sol es un destino precioso y un lugar perfecto para organizar un evento como éste. Los visitantes no sólo disfrutarán de un extraordinario espectáculo de golf, sino que también experimentarán la hospitalidad española, su cultura, unas vistas impresionantes y, crucemos los dedos, ¡un sol constante!
Polly Clark
Directora European Solheim Cup
