¡Qué emotivo resultó el desarrollo y desenlace de la Solheim Cup 2021 celebrada a primeros de septiembre en Estados Unidos, culminada por cierto con vibrante victoria del equipo europeo y con la participación española de Carlota Ciganda!
El triunfo de Europa confirma un cambio de tendencia que nivela poco a poco el dominio inicial de las norteamericanas en el palmarés de este duelo golfístico femenino, con diferencia el más importante del mundo, seguido en esta ocasión por miles de personas in situ a pesar de las restricciones sanitarias –qué magnífico espectáculo también fuera de las calles y los greenes– y por millones a través de la televisión en todo el planeta.
Pues bien, en apenas dos años vamos a experimentar en primera persona en nuestro país la celebración de la Solheim Cup 2023, en el recorrido de Finca Cortesín, una sede de enorme prestigio acorde a un acontecimiento de dimensiones mundiales que situará a España, una vez más, en el epicentro del golf y del deporte.
Ya en el solemne relevo materializado durante la ceremonia de clausura celebrada en Inverness Club se puso de manifiesto que la Solheim Cup va a hablar desde ya mismo en español y, además, con garantía de éxito.
Si el trabajo realizado hasta el momento para asegurar la designación en nuestro país ha sido arduo, más aún lo va a ser a partir de este momento, conscientes todos de la oportunidad histórica que supone la organización de una Solheim Cup y con el recuerdo y la experiencia siempre presentes de lo que aconteció con la Ryder Cup de 1997 en Valderrama
Entre ambos acontecimientos de máxima trascendencia van a transcurrir 26 años, un periodo de tiempo amplio en el que el deporte del golf y el conjunto de la sociedad española han cambiado sustancialmente. En nuestro caso concreto, el deporte del golf se ha extendido por toda la geografía española gracias a la intensa labor de centenares y centenares de personas que a lo largo de los años han contribuido a difundir las bondades de nuestro deporte.
Aficionados, empresas, medios de comunicación, golfistas de a pie, profesionales, clubes, federaciones autonómicas, asociaciones de golf y la propia RFEG han empujado en una misma dirección para generar una corriente a la que se han sumado desde hace lustros las distintas Administraciones públicas, una deseada y productiva unión que, en el caso del golf, sitúa a nuestro país como visible referencia en todo el mundo, tanto por su reconocida capacidad organizativa como por la calidad de nuestros golfistas.
Por eso, todos juntos una vez más, tenemos que aprovechar la ocasión. La Solheim Cup 2023 ayudará a que se reconozcan aún más las grandes posibilidades del golf como generador de espectáculo deportivo y, también como impulsor de turismo de calidad, como creador de puestos de trabajo, como deporte sostenible y, en el ámbito social, como vehículo para mostrar la importancia del papel de la mujer en el golf, en el deporte y en el conjunto de la sociedad.
Tenemos dos años para seguir trabajando, para demostrar que estamos preparados para albergar grandes eventos, para ser, como siempre, Marca España con garantía de éxito.
Gonzaga Escauriaza
Presidente Real Federación Española de Golf
